Te diré algo que quizá te sorprende:
Toda pareja sana necesita discutir.
Discutir no es un problema en sí mismo. Tener diferencias o incluso vivir enfados no son un problema en la pareja, son una oportunidad para crecer, para amarse de una forma más real a medida que pasa el tiempo.
El problema en las parejas tiene más que ver con la forma de discutir, que con el hecho de hacerlo.
Cuando nos exponemos a compartir nuestra vida con alguien también nos exponemos a una gran cantidad de eventos difíciles de gestionar: infidelidad, celos, falta de comunicación efectiva, agresividad, problemas sexuales, desconfianza, o perspectivas de vida distintas.
Normalmente, cuando una pareja trata de buscar ayuda recibe muchas opiniones, mensajes cargados de juicios personales de gente que les quiere pero que no vive dentro de su relación, y por tanto no puede comprender del todo lo que está pasando.
¿Por qué es importante apoyarme en un profesional?
Un psicólogo de pareja está formado para poder acompañar a cada pareja de forma totalmente personal. Sabe mantenerse al margen de las opiniones y ser el apoyo incondicional, externo y objetivo que la pareja necesita para analizarse con más claridad.
Es capaz de romper los círculos viciosos, trabajar el lenguaje agresivo, y resolver las dificultades de comunicación.
No sé por qué pero cuando se trata de un motor estropeado nadie duda de contar con un mecánico. Es casi inevitable. En las películas americanas siempre se ridiculiza al padre de familia que quiere hacerse el fontanero por ahorrarse unos dólares y al final acaba de agua hasta las orejas.
La respuesta es simple: No nacemos sabiendo manejar nuestras parejas. Debemos aprender y aun así cada pareja nueva es diferente y nos trae nuevos retos para los que no tenemos respuestas. Y es normal necesitar que un profesional nos ayude a entendernos.
El problema es que toda la vida nos invitan a autogestionarnos. A saber controlarnos y mantenernos estables. Pero si te das cuenta, ¡no nos han enseñado a hacer eso en ningún momento!
En mi cabeza suena tan absurdo como si alguien esperara que yo supiera arreglar mi coche sin tocar un libro de mecánica… Ni lo intento, y si lo intentara me frustraría y perdería mucho tiempo en vano antes de llamar a un profesional. Incluso puede que rompiera aun más mi motor.
Tu motor es la mente que viene sin instrucciones desde que naciste. Es totalmente normal contar con alguien que ya sabe cómo funciona y puede ponerte las cosas mucho más fáciles y agradables.